Fe, pensamiento y arte: Santo Domingo 2025 abrió el templo al espíritu universitario
El pasado 20 de agosto, en el Templo Santo Domingo de la ciudad de Tunja —una joya del arte colonial y una de las arquitecturas más hermosas de Colombia, donde dialogan el mundo prehispánico y el hispánico— se dio inicio a un proyecto de la Universidad Santo Tomás, seccional Tunja, junto con la Dirección de Humanidades, la Parroquia Santo Domingo y el Santoto Living Lab. La iniciativa busca que este templo, además de ser un espacio para el silencio y los actos religiosos, se convierta también en un templo universitario: un lugar para la contemplación de las ideas, el diálogo y el encuentro, incluso con quienes piensan distinto.
En ese marco tuvo lugar la Solemnidad de Santo Domingo 2025, con la que recordamos la figura de Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de Predicadores, quien vivió entre 1170 y 1221. Su tiempo, como todos los tiempos, estaba marcado por retos propios. La Iglesia necesitaba predicadores, pero Domingo entendió que no bastaba con predicar de cualquier manera: hacía falta hacerlo con seriedad y profundidad, iluminando la vida de las personas desde la verdad. Por eso pensó que los frailes debían formarse en las universidades que apenas nacían. No es casual que la Orden de Predicadores surgiera en un contexto universitario, ni que dominicos como Tomás de Aquino en París, Francisco de Vitoria en Salamanca o incluso pensadores como Giordano Bruno dejaran una huella profunda en la vida intelectual. En todos ellos, el estudio fue un pilar inseparable de la fe.
Con esa herencia en mente, la jornada en Tunja quiso abrir el templo al espíritu universitario y a la belleza de las ideas. La agenda incluyó tres momentos centrales:
Conversatorio “El cuerpo como lugar de compasión: entre fe, filosofía y transhumanismo”, donde se abordaron distintas visiones sobre la corporeidad: desde el mundo semita y la tradición griega recogida por Santo Tomás, hasta los debates contemporáneos sobre el transhumanismo.
Recorrido histórico guiado por el templo, para reconocerlo como patrimonio vivo que une arte, historia y espiritualidad.
Concierto de música sacra a cargo del grupo Andantino, con la soprano María Teresa Gómez, el pianista Daniel Acevedo y el chelista Carlos Fonseca, quienes, a través de la música, invitaron a experimentar la belleza que Santo Domingo valoraba como puerta hacia la contemplación.
La celebración contó con la participación de turistas, visitantes de la parroquia, profesores universitarios y expertos. Entre ellos, la profesora Paula Giraldo, del programa de Arquitectura de la Universidad Santo Tomás de Tunja, así como estudiantes de Derecho, Ingenierías, Lenguas Extranjeras, Diseño y otras áreas del conocimiento, quienes dieron vida a un encuentro plural y enriquecedor.
Así, el Templo Santo Domingo de Tunja comenzó a tejer un nuevo capítulo de su historia: un lugar de fe y espiritualidad que se abre también a la reflexión universitaria, al diálogo cultural y a la búsqueda de la verdad compartida.